covid-19
Angie Franco
Mi experiencia hizo parte de una pasantía en convenio con Talokan y mi universidad, en donde se me permitió la estadía con las comunidades de Tlatauquitepec. El compartir, aprender y convivir con personas excepcionales generando nuevas amistades en otro país fue algo maravilloso y muy gratificante. Fue una experiencia que me permitió crecer como persona, entender, acercarme y valorar mi cultura, el sentir que les podía aportar algo no se compara con lo que estas personas aportaron a mi vida. Para mí, fue un proceso muy bonito el ayudar en la construcción de una de las casas de lectura para el disfrute y aprovechamiento de los niños y jóvenes de la comunidad, aplicando conocimientos adquiridos durante mi carrera. Fue totalmente acertada el tomar la decisión de adentrarme en la aventura de alejarme de mi cotidianidad en la ciudad para aprender los procesos que realizan las comunidades indígenas en la fabricación de sus productos y el esfuerzo que esto conlleva.
Lo más bello fue el ver cómo esas comunidades, sus adultos y niños nos acogieron como parte de su familia, sabiendo que nosotros estábamos lejos de la nuestra. Nos abrieron las puertas de sus hogares y nos daban un plato de una comida deliciosa, mientras conversábamos con ellos acerca de su cultura, esto realmente es algo que te alegra el corazón y te queda para toda la vida, esa es la experiencia que me dio Talokan.